Quedan pocos días para que Tomás Villanueva, consejero de Economía y presidente del Servicio Público de Empleo (Ecyl), firme la orden que regula estos cursos, y la polémica está servida. La última convocatoria del Ecyl se hizo por casi 40 millones de euros para los centros privados, 7,2 millones para los agentes sociales (CCOO, UGT y Cecale) y 930.000 euros para empresas que imparten cursos con compromiso de contratación. Estas cuantías superan con creces las esperadas para la próxima convocatoria, ya que las cifras se verán minoradas en un 45%. Ante la incertidumbre sobre los recursos y, movida por la cautela y por la necesidad de poner en marcha los programas formativos, la Junta de Castilla y León ha optado por no esperar a la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado y adelantar la convocatoria con menos dinero, para después ampliar esta cantidad si procediera.
Sin embargo, Eduardo Ordóñez, representante de Cecale y empresario del sector de las academias, se posicionó en contra de esta medida, solicitando que se convocaran los cursos con el 70% de los fondos de 2010-2011 o, en su defecto, espere a la aprobación de los presupuestos. Las academias temen que el crédito ampliable que se produzca después del inicial vaya solo a sindicatos y patronal, no repartiéndose de modo proporcional entre todos. Así se lo han hecho saber al presidente Herrera mediante una carta firmada por los catorce dirigentes patronales y regionales del sector de las academias agrupados en Cecap (Asociación a la que pertenece ITS Academia), en la que exponen su temor a que la reducción de crédito afecte en un 45% a los centros colaboradores (academias privadas) frente a un escaso 10% a los agentes sociales, lo que conllevaría el despido de cerca de 500 trabajadores en Castilla y León.
En la Consejería ha sentado mal la carta enviada a Juan Vicente Herrera por los representantes de las academias. Ahora sólo cabe esperar, el tiempo decidirá.
